Tras varios traspasos, heredades y anexiones, nos encontramos que a mediados del siglo XVIII, los propietarios de la, para ese entonces llamada Hacienda de San Diego del Jaral (ya que así se le conocía al paraje), eran Doña Teresa Josefa Zaldívar y Retes de Paz y Vera y su esposo el Capitán Andrés de Berrio y Díaz Palacios Ortíz de Landázurri y Ayala, quienes al morir dejan como beneficiario de todos sus bienes a su hijo Miguel de Berrio y Zaldívar, quien en 1774 es nombrado Primer Marqués del Jaral por el Rey Carlos III, y es él a quien se le debe que se le agregue el de Berrio, al nombre de la propiedad.
Caso inaudito en aquellos días fue el del divorcio de D. Ana, hija de D. Miguel de Berrio, que se narra en: http://vamonosalbable.blogspot.mx/2012/04/antecedentes-del-divorcio-en-mexico.html
Al llegar la historica fecha de 1810, Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio, nieto del Primer Marqués, era el propietario de la hacienda y se une al cura Hidalgo en la lucha insurgente pero cuando las fuerzas reales de Calleja llegan a la finca, el Segundo Marqués del Jaral se pasa de su lado y forma elRegimiento Moncada para defender sus dominios. El 7 de Julio de 1817, Francisco Javier Mina toma la hacienda y, al finalizar la lucha armada, el entonces emperador Agustín de Iturbide, nombra a Juan Nepomuceno Caballero de la Orden Imperial de Guadalupe, motivo por el que pronto repara los daños causados a sus propiedades.
Para 1855, el casco de la hacienda estaba poblado por cerca de 6500 habitantes, además de que contaba con oficinas de Alcabalas y Correos, con dos escuelas de primeras letras, dos mesones públicos y su capilla había sido elevada a Parroquia y, para 1890, el Ferrocarril Nacional Mexicano contaba con 2 estaciones dentro del Jaral y era propiedad de Juan Isidro de Moncada Berrio Hurtado de Mendoza.
Lo último que se conoce acerca de los propietarios de la hacienda es que "Doña Margarita", nuera de Juan Isidro, vendió la hacienda al señor Rutilo Rojas Rodríguez, cuando aún contaba con 5000 ha.
En 2013 no está abierta al público, aunque se puede visitar previo permiso en la tienda de mezcal "Jaral de Berrio" que se embotella y se vende en la planta baja.
Genial!!! hay que visitarla. Gracias María por compartir este lugar.
ResponderEliminar